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ESTAN NUESTROS JÓVENES UNIVERSITARIOS PROTEGIDOS CUANDO SE ENCUENTRAN REALIZANDO EL MÁSTER DE #ARQUEOLÓGÍA EN EL #ALFARROMANO DEL CAMPUS DE LA CARTUJA??


Tengo mis dudas, ese territorio, espacio acotado como BICestá plagado de ASBESTO O AMIANTO 
que va apareciendo troceado conforme las excavaciones avanzan, los españoles lo conocemos como URALITA ya que la empresa que lo fabricaba se llamaba así, este material es el causante de graves enfermedades respiratorias, de diversos tipos de cáncer.

El amianto o asbesto es un mineral fibroso que por sus propiedades ignífugas, de resistencia y su bajo coste, lo convirtieron en el producto ideal durante los años sesenta del pasado siglo para multitud de usos, en tejas, baldosas, azulejos, papel o cemento; en la industria del automóvil en los embragues, frenos o componentes de la transmisión; o en diversos materiales textiles, envases o revestimientos....

Tras muchas denuncias por parte de médicos, sindicatos, investigadores y enfermos, pasados 18 años, por fin desde 2002 está prohibido en España.

El doctor Alfredo Menéndez-Navarro, Catedrático de Historia de la Ciencia, Granada, gran estudioso sobre el amianto y la incidencia de este peligroso material en la población sigue teniendo otras graves preocupaciones, la ausencia de un inventario de edificios e instalaciones en las que está presente este material cancerígeno y ¿donde están los residuos de los derribos?...

Existe multitud de literatura y normativas pero... a dia de hoy los politicos no han sido capaces de enfrentarse a empresas y organismos oficiales para llevar a cabo la erradicacion de este peligroso material....







Real Decreto 396/2006, de 31 de marzo, por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud aplicables a los trabajos con riesgo de exposición al amianto:







El surgimiento de la preocupación frente a los riesgos del amianto en España

El uso del amianto en procesos industriales y productos manufacturados ha provocado graves problemas de salud en los trabajadores expuestos y en la población en general. Un artículo publicado en la revista Asclepio. Revista de Historia de la Medicina y de la Ciencia analiza el surgimiento de preocupación médica y social por los riesgos derivados del amianto en España durante el período franquista.

 

El artículo La literatura médica española sobre los riesgos del amianto durante el franquismo, publicado por el profesor Alfredo Menéndez-Navarro, del Departamento de Historia de la Ciencia de la Universidad de Granada, contribuye a cubrir el vacío historiográfico existente en relación a los riesgos del amianto en España durante la época franquista y al surgimiento de la preocupación médica y social ante este problema. Presentamos un resúmen de su interesante artículo.

La utilización industrial del amianto en la España franquista

El amianto o asbesto es un mineral fibroso de propiedades ignífugas y resistente a la abrasión que ha sido empleado masivamente en procesos industriales y productos manufacturados desde comienzos del siglo XX.

La evolución en el consumo del amianto ha ido indisolublemente ligada a su impacto sobre la salud de la población y la omnipresencia de este mineral ha implicado, además, que sus efectos nocivos, en particular su poder cancerígeno, se hayan extendido más allá de los espacios laborales, alcanzando a grupos de población asentados en el entorno de dichos centros productivos y a la población general.

Los datos de importaciones recogidos por el Instituto Nacional de Estadística son los mejores indicadores del consumo de amianto en España, arrojando un volumen de importaciones de unas 2.600.000 Tm a lo largo del siglo XX.

La importación de este material creció desde principios del siglo XX, momento en que surgieron las primeras empresas nacionales dedicadas a la fabricación de productos de fibrocemento y aislamientos. Entre ellas destacan compañías como Uralita, en Cerdanyola del Vallès en 1907, o Rocalla, creada en 1914.

Junto a la fabricación de tejas de amianto-cemento, primero de los productos que gozó de una amplia aceptación en nuestro país, en la década de los veinte se introdujeron las placas onduladas, las tuberías de presión, los productos para revestimientos decorativos y las aplicaciones empleadas como aislantes térmicos.

El boom de la importación de amianto se produjo a mediados de los años sesenta, siendo su destino mayoritario el sector del fibrocemento. En 1962 el 43% del fibrocemento consumido se empleaba en obras públicas, otro 32% se destinaba a edificación de viviendas particulares y el 25% restante a cubiertas y conducciones de edificaciones industriales. Este crecimiento tuvo su reflejo en la población empleada en el sector, que pasó de 3.095 trabajadores en 1962 a 5.983 en 1967. El consumo nacional de amianto pasó de 23.400 Tm en 1961 a 126.000 Tm en 1974.

A partir de 1975 se inicia un acusado declive en las importaciones, reflejando la crisis económica, las primeras prohibiciones internacionales que provocaron un descenso del consumo mundial y, en particular, el fuerte descenso en la producción de materiales de fibrocemento.

Literatura médica sobre los riesgos laborales del amianto

La relación causal entre amianto y cáncer de pulmón fué establecida ya de una forma convincente en un conjunto de trabajos alemanes aparecidos en 1938, aunque previamente investigadores británicos y norteaméricanos ya habían publicado casos de carcinomas pulmonares detectados entre afectados de asbestosis.

No obstante, en nuestro pais los problemas de salud laboral ligados al amianto tuvieron una tardía atención durante el régimen franquista, cuyo sistema compensador y preventivo en relación a las enfermedades profesionales estuvo prácticamente consagrado al problema de la silicosis hasta los años cincuenta y sesenta.

No fué hasta 1961 que se estableció un nuevo cuadro de enfermedades profesionales, en el que la asbestosis fué incluida junto a la silicosis, pero limitando los trabajos de riesgo a la extracción, preparación y manipulación de amianto, el sector del textil-amianto y la fabricación de guarniciones para frenos, material aislante y productos de fibrocemento. En el aspecto preventivo, se estableció una regulación más estricta de los reconocimientos médicos previos y periódicos de los trabajadores expuestos al riesgo de asbestosis, que debian realizarlos con periodicidad semestral.

Asimismo, en este mismo año se fijó en 175 partículas por centímetro cúbico la concentración máxima permitida de amianto en espacios productivos, el mismo estándar acordado en 1946 por la American Conference of Governmental Industrial Hygienist, que mantuvo su vigencia hasta finales de los años sesenta.

Las medidas adoptadas, con un seguimiento muy limitado por parte de la Inspección de Trabajo y aplicadas sólo en algunos sectores de riesgo, dificilmente garantizaron una adecuada protección frente al amianto en España en esta época.

A nivel internacional, durante los años sesenta, se hizo patente la creciente preocupación por las patologías degenerativas en los países industrializados y la acumulación de evidencias sobre el potencial carcinogénico del amianto y  la dimensión ambiental del problema.

La industria del amianto reaccionó ante este creciente consenso internacional introduciendo incertidumbre científica sobre el potencial cancerígeno del crisotilo (o amianto blanco), que representaba más del 85% del consumo mundial de amianto. Las investigaciones financiadas por las corporaciones industriales otorgaron a la crocidolita y a la amosita (o amianto azul y marrón, respectivamente) toda la responsabilidad en la producción de los cánceres descritos entre trabajadores y enfermos ambientales.

No obstante, en los años setenta, la IARC (International Agency For Research on Cancer) y otras instituciones, adoptaron una posición terminante, señalando que todos los tipos de fibras de amianto podían provocar mesotelioma y carcinoma de pulmón y negando la posibilidad de definir niveles seguros de exposición. La prensa médica española apenas se hizo eco de estas importantes conclusiones.

Cambio respecto a la concepción de los riesgos

Menéndez-Navarro destaca en su artículo el papel pionero del Dr. Luís López-Areal del Amo, la figura más influyente en la identificación y difusión de los riesgos del amianto en la España del tardofranquismo.

López-Areal, médico de empresa, trabajó sobre la necesidad de sensibilizar a los médicos del trabajo para hacer visible el problema en nuestro país, recogió datos sobre los que realizó las primeras estimaciones de trabajadores expuestos (8.000 en 1971, el 70% en el sector del fibrocemento) y del alto nivel de infrarregistro de la asbestosis y otras patologías del amianto por falta de conciencia entre médicos y autoridades laborales. La incidencia de los cánceres y mesoteliomas provocados por el amianto eran especialmente dificiles de estimar, dada su no consideración como enfermedad profesional.

Desde finales de los sesenta, en el medio académico y hospitalario se refleja un interés por la rareza y poca frecuencia de los cánceres del amianto, particularmente el mesotelioma, pero casi todos los estudios discuten su vinculación con el amianto y raramente se establecen conexiones con las investigaciones de los médicos de empresa.

No será hasta mediados de los setenta, en las postrimerías del régimen franquista y en los primeros años de la transición democrática, que se contemplarán como causas del incremento del número de casos  de mesoteliomas pleurales diagnosticados el mayor consumo de amianto y la extensión de las toracotomías exploradoras. La recuperación de las libertades democráticas y la creciente movilización obrera fueron elementos claves para estimular la mirada de los profesionales médicos y la opinión pública española hacia los problemas de salud del amianto en la transición democrática.

Fuente:

Alfredo Menéndez-Navarro: LA LITERATURA MÉDICA ESPAÑOLA SOBRE LOS RIESGOS DEL AMIANTO DURANTE EL FRANQUISMO, Asclepio. Revista de Historia de la Medicina y de la Ciencia, 2012.

https://higieneambiental.com/aire-agua-y-legionella/el-surgimiento-de-la-preocupacion-frente-a-los-riesgos-del-amianto-en-espana










                          REAL DECRETO 396/2006, de 31 de marzo, 
                          por el que se establecen las disposiciones mínimas 
                          de seguridad y salud aplicables a los trabajos 
                          con riesgo de exposición al amianto.

Enfermedades causadas por el amianto

Se estima que desde el año 2007 hasta 2016 se contabilizarán hasta 1321 muertes por mesotelioma.
De acuerdo con las investigaciones médicas los fallecimientos relacionados con las enfermedades que causa el amianto han aumentado en las tres últimas décadas. Así por ejemplo el Centro estadounidense de control de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) ha concluido que el número de gente que sufre enfermedades de pulmón derivadas de la inhalación de polvo de metales o minerales –como por ejemplo la silicosis- ha aumentado en un 70% desde 1982. Las muertes derivadas de la exposición al amianto, sin embargo, han aumentado de manera constante, lo que sin duda obedece a que el periodo de latencia de la enfermedad es muy largo y a que el uso del amianto empezó a mediados de 1900. 

Asbestosis

La asbestosis es una inflamación crónica del pulmón que se produce como consecuencia de haber inhalado fibras de amianto durante un largo periodo. El primer síntoma de la asbestosis es la limitación en la respiración que se acompaña de disnea. Un examen médico puede revelar si hay fibrosis en los pulmones, lo que significa que las fibras de amianto se han depositado en el tejido pulmonar. Los síntomas de esta enfermedad aparecerán transcurridos entre 20 y 40 años desde la inicial exposición al amianto.

Cuando inhalamos amianto, las fibras alcanzan a los alvéolos que son los órganos que sirven para que funcione el mecanismo por el que el oxígeno llegue a la sangre. Una vez las fibras están depositadas en los alvéolos, el amianto genera una reacción inflamatoria en los pulmones. La inhalación de fibras de asbesto puede producir formación de tejido cicatricial (fibrosis) en el interior del pulmón. El tejido pulmonar cicatrizado no se expande ni se contrae en forma normal y tampoco puede efectuar el intercambio gaseoso.

La gente que sufre asbestosis tiene un riesgo elevado de sufrir mesotelioma y otros cánceres del pulmón relacionados con la exposición al amianto. No hay cura para la asbestosis, pero si hay tratamientos para aliviar los síntomas de la enfermedad, como son la terapia de oxígeno, inhaladores por aerosol y eliminar el líquido pleural de la cavidad pectoral.

Mesotelioma

El mesotelioma es el cáncer de las membranas que recubren los órganos internos de la cavidad abdominal y pectoral. Además el Instituto Nacional del Cáncer en Estados Unidos ha determinado que más del 30% de los casos de mesotelioma son de origen desconocido, cuando la única causa conocida es la exposición al amianto.

Al contrario que ocurre con la asbestosis que se desarrolla transcurridos periodos prolongados de exposición, los casos de mesotelioma puede ocurrir tras un solo mes de exposición. Algunos casos de mesotelioma se han producido como consecuencia de una única exposición al amianto.

El mesotelioma tiene un periodo de latencia de 20 a 40 años y cuando se manifiestan los síntomas el cáncer ya se ha extendido a otras partes del cuerpo. Aunque existen tratamientos que alivian los síntomas, actualmente no hay cura posible. 

Otros tipos de cáncer

Los estudios revelan que tras un año exposición constante al amianto o tras cinco años de exposición paulatina al amianto doblan las posibilidades de sufrir cáncer de pulmón. Cada una de las cuatro tipologías del cáncer de pulmón –carcinoma de células escamosas, adenocarcinoma, carcinoma de células grandes, y carcinoma de células pequeñas- están asociadas a la exposición al amianto. Las personas que fuman y que han estado expuestas al amianto tienen mayor probabilidad de desarrollar un cáncer de pulmón derivado de dicha exposición al amianto.

Estos tipos de cáncer tienen un periodo de latencia de entre 10 y 30 años desde la exposición al amianto. El que una persona expuesta al amianto desarrolle cáncer de pulmón dependerá no sólo de la acumulación de exposición sino del riesgo que la persona tenga de desarrollarlo. El amianto también se ha asociado al cáncer de laringe. Algunos estudios sugieren que la exposición al amianto aumenta el riesgo de sufrir cáncer de estómago y cáncer colorrectal. 

                           INFRA-RECONOCIMIENTO DE LOS 
                           CÁNCERES DEL AMIANTO

El Programa de Vigilancia de la Salud de los trabajadores que han estado expuestos a amianto, PIVISTEA,  podria haberse revelado como un instrumento clave para que aflore la carga de enfermedad provocada por el amianto si las CC.AA. aportasen datos fiables....


.                          Evaluación del Programa de Vigilancia de la Salud 
                           de los Trabajadores Expuestos al Amianto.2014
                                   
Conclusiones sobre los datos :

Desde la aprobación del Programa Integral de Vigilancia de la Salud de los Trabajadores que han estado expuestos a Amianto (PIVISTEA), se han registrado 2.474 empresas que realizan o han realizado actividad laboral con amianto, y 38.642 trabajadores que manipulan o en su día manipularon fibras de amianto en su actividad laboral.
Estas empresas y trabajadores están ubicados en las 15 Comunidades Autónomas (CC.AA.) que han remitido los datos para realizar la evaluación del Programa.
La incorporación al PIVISTEA ha sido escalonada en el tiempo por parte de las CC.AA.Así, la identificación de la cohorte susceptible de seguimiento en las Comunidades Foral de Navarra y Valenciana fue anterior a la aprobación del Programa, mientras que Illes Balears se ha incorporado al mismo al inicio del año 2011.
Existe una manifiesta variabilidad en la aplicación, registro y recursos empleados.
El registro está constituido por 38.642 trabajadores. El 8,2% se han clasificado como pérdidas para el registro; el 0,26% no tienen documentada la exposición y el 91,53% restante son los trabajadores incluidos en el seguimiento. Los motivos más frecuentes de baja en el registro son la muerte del trabajador (45% de los casos de baja), y el rechazo del seguimiento (26%). Existe una clara concentración de los trabajadores expuestos en torno a un número muy limitado de empresas: 55 empresas aglutinan el 60% de los trabajadores, lo que pude promover intervenciones diferenciadas en estas empresas al objeto de mejorar la información tanto de exposición como de trabajadores expuestos o post-expuestos. La morbilidad registrada es la esperable en relación con la exposición al amianto, con un claro predominio de las placas pleurales como signo de exposición y la asbestosis.
Se observan grandes disparidades interterritoriales y por sexo. Se producen lagunas de información que comprometen la obtención de algunos de los indicadores empleados en el proceso de evaluación. Los datos ponen de manifiesto una reducida tasa de reconocimiento como enfermedad profesional de las enfermedades derivadas de la exposición al amianto. Se han diagnosticado en el Programa 3.398 enfermedades derivadas de la exposición al amianto y, de éstas, tenemos conocimiento de que se han reconocido como enfermedad profesional 64 casos, lo que supone un 1,88% del total de enfermedades diagnosticadas.




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