UNA HISTORIA CON MUY BUENOS HUMOS.
Una locomotora de vapor de 1902 lleva medio siglo abandonada en las cocheras de Renfe.
La Asociación Granadina de Amigos del Ferrocarril presenta un proyecto para restaurar la máquina y ubicarla en la plaza de la Estación de Andaluces.
Granada, tres años sin conexión ferroviaria, va camino de llegar tarde al
futuro. No hay AVE y tampoco estación para una ciudad del siglo XXI. También
está a punto de perder su pasado, su memoria, su patrimonio industrial
troquelado con la forma de una coqueta máquina de vapor construida en Bélgica
en 1902 y que duerme el sueño injusto del abandono en un colchón de maleza en
las cocheras que la Renfe tiene en Villarejo, en la capital granadina.
Más de un siglo después, la locomotora tiene su corazón podrido por la
lluvia y la humedad y está a la intemperie sin que nadie pueda verla y
disfrutar de su particular belleza.
Mientras el abandono se
come más de un siglo de historia ferroviaria andaluza, la Asociación Granadina
de Amigos del Ferrocarril y el Tranvía (Agraft) lucha por conservar esta
locomotora pero se encuentra impotente ante el silencio del Ayuntamiento de
Granada y la pasividad de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles. Es el
presente de una historia llamada a tener muy buenos humos.
UNA PROPUESTA CULTURAL QUE EVITE LA DEMOLICIÓN DE LA ANTIGUA ESTACIÓN DEL SUR DE GRANADA facebook Agraft Asociación Granadina Amigos del Ferrocarril |
La idea de la Asociación Granadina de Amigos del Ferrocarril y
el Tranvía (Agraft) se llama 'Proyecto Plazuela' y consiste en aprovechar las
obras en la estación de tren de Andaluces «para urbanizar la plaza de forma que
se rescaten elementos propios del patrimonio granadino, como el Fielato (viejo
edificio de la antigua aduana anexo a la estación) y la locomotora Renfe 020-0241,
ambos semiolvidados y en estado precario, para integrarlos en un espacio
urbanístico clave para la ciudad actual», explica el presidente de la (Agraft),
José Antonio Molina Cortés.
En su informe, rescatan los kilómetros recorridos por la vieja
locomotora de vapor y todos sus destinos, que empiezan cuando fue construida
por la empresa belga Talleres Metalúrgicos de Tubize en 1902, con una potencia
de 352 caballos de vapor, para la compañía Sociedad Belga de Ferrocarriles
Vecinales de Andalucía. Sólo tuvo un ferrocarril: el del Puerto de Santa María
a Sanlúcar de Barrameda por la costa y estaba casi dedicada a dar salida al mar
a los productos de las bodegas jerezanas, se recoge en la página web Mundo
Ferroviario, que cita la obra 'Locomotoras de Andaluces', de Fernando Fernández
Sanz, referencia obligada para documentar esta historia.
Este tipo de máquinas tenían una potencia de 352 CV, un diámetro
de ruedas de 90 cm y un esfuerzo de tracción de 3120 kg, características muy
adecuadas al sencillo perfil de la línea. Cuando las locomotoras pasaron de la
empresa original a la Compañía de Andaluces recibieron los números 5 y 6.
Ambas pasaron posteriormente a Renfe (nacida con fecha de 1940)
que creó con ellas la serie 020-0241/0242. Se mantuvieron en su zona de origen
si bien la 0242 fue vendida en 1953 a la Sociedad Electromecánica de Córdoba.
La 0241 fue asignada al depósito de Utrera y luego al de Sevilla
sin saber a ciencia cierta en que año fue definitivamente dada de baja aunque
se conservan fotos de ella de 1963 y 1965 donde se la ve operativa, al menos en
una de ellas, en Jerez de la Frontera. Muy poco después de esta fecha debió ser
retirada del servicio.
Es una vez más la Asociación Granadina de Amigos del Ferrocarril
y el Tranvía quien ha realizado el esfuerzo de investigación para documentar de
forma pormenorizada la historia de la olvidada locomotora. «Cuando en 1962 se
crea en Granada el Depósito de Tracción Diesel, la locomotora es colocada en
las inmediaciones del mismo, en lo que quiere ser un jardincillo, donde
permanece en la actualidad», relata el presidente.
Y, entonces, recuperan su idea de reubicarla en la plaza de la
Estación de Andaluces: «Puesto que el lugar que se propone ha de ser
reurbanizado con motivo de la entrada en funcionamiento de la red de metro -se
redactó en su día esta propuesta-, y la nueva estación -obras que se desempeñan
en estos momentos-, es el momento oportuno para acometer dicha reforma teniendo
en cuenta la presencia de la locomotora».
Insisten en que «hay que realizar una adaptación urbanística de
la zona aledaña a la Estación de Andaluces con objeto de colocar adecuadamente
la citada locomotora».Añaden sobre la propiedad de esta máquina que
«actualmente está inventariada en los fondos de la Fundación de los Ferrocarriles
Españoles, competente en el Museo Nacional del Ferrocarril».
Los
antecedentes
No es el primer intento de la Agraft por recuperar la pequeña vaporosa
Renfe 020-0241. Hace una década, en el año 2009, ya intenta hacerse con la
locomotora dirigiéndose a la Fundación de los Ferrocarriles Españoles. Pidió la
cesión de la propiedad con el argumento de que su idea era «incorporarla como
parte sustancial del proyectado ferrocarril turístico imaginado en la Estación
de Moreda, al calor del proyecto del 'Poblado de la Estación', que pretendía
recrear el ambiente ferroviario de la época en el lugar».
La Fundación de los Ferrocarriles Españoles desestimó la petición. Contestó
que la locomotora se encontraba comprometida para el entonces proyectado Museo
del Transporte de Málaga, una idea de la Ministra de Fomento, la malagueña
Magdalena Álvarez, con un presupuesto de trescientos millones de euros que la
crisis se llevó por delante, al igual que pasó con el proyecto del 'Poblado de
la Estación de Moreda'.
Proyectos que desaparecen como el vapor de la locomotora que duerme en las
cocheras de Villarejo, con nombre de robot galáctico, 020-0241, que quiere
plantarse, orgullosa, en la plaza de la Estación de Andaluces, a la espera del
AVE que no cesa, que tampoco llega todavía.
«Y si nos dejan, la echamos andar», se comprometen los socios de Asociación
Granadina de Amigos del Ferrocarril y el Tranvía.
La recuperación y custodia del patrimonio ferroviario.
La
Fundación de los Ferrocarriles Españoles fue constituida el 20 de febrero de
1985. Según la Agraft, es la dueña de la locomotora y la que tendría que ceder
su uso. En su patronato están representadas las principales empresas del sector
público ferroviario español (Renfe, Adif). Tiene encomendada la recuperación,
custodia, generación y difusión del patrimonio histórico, cultural, científico
y tecnológico ferroviario, con voluntad de colaboración sectorial. Los museos
ferroviarios de Madrid-Delicias, y de Cataluña, en Vilanova i la Geltrú, el
Archivo Histórico Ferroviario, el Centro de Documentación Ferroviaria, la
Biblioteca
Ferroviaria
y el Aula de Formación Ferroviaria, son centros de referencia para
investigadores y usuarios institucionales.
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